Competir es algo inherente a todos los individuos, algo que se encuentra en la genética del ser humano desde su momento más primitivo y que está incorporado a la conducta de la supervivencia del más apto.
Las propias conductas y maneras con las que miramos el mundo, pueden obstaculizar nuestros sueños. Hoy en día, la mujer está tomado un papel protagónico al atreverse a lograr sus sueños y abrirse espacios para el emprendimiento.
Una de las experiencias menos gratas a las que una persona podría enfrentarse en la vida, es la exclusión social o anulación social, es decir, sentir que no pertenece a ningún sitio o a ningún grupo de interés en el que pueda ser aceptado por otros. Es a partir de este momento que la persona registra un sentimiento de soledad.