Podemos entender el poder personal como un sinónimo de fuerza, capacidad, energía, dominio o en su forma verbal sencilla: ser capaz o hacer posible una acción. En cualquiera de sus interpretaciones, el poder personal, no funciona por defecto, hay que activarlo y luego orientarlo a un bien común; pues debe ser entendido como un valor y como una emoción compartida.
Una de las experiencias menos gratas a las que una persona podría enfrentarse en la vida, es la exclusión social o anulación social, es decir, sentir que no pertenece a ningún sitio o a ningún grupo de interés en el que pueda ser aceptado por otros. Es a partir de este momento que la persona registra un sentimiento de soledad.
Las propias conductas y maneras con las que miramos el mundo, pueden obstaculizar nuestros sueños. Hoy en día, la mujer está tomado un papel protagónico al atreverse a lograr sus sueños y abrirse espacios para el emprendimiento.